sábado, 8 de octubre de 2011
Complaining
En los momentos de desesperación siempre pensamos en lo peor, lo más catastrófico está a punto de ocurrir, siempre nos pasa a nosotros... Pero no somos conscientes de que todos esos problemas que creemos tener, no son más que nimiedades al lado de los grandes problemas que hay en el mundo.
Sí, es difícil concienciarse de que hay personas que lo pasan peor que nosotros. Cuando nos quejamos de que no queremos levantarnos pronto para llevar a cabo nuestras obligaciones, hay personas que desearían poder levantarse, tener un trabajo para mantener a su familia. Cuando nos quejamos porque la comida que tenemos no nos gusta, muchísimas personas del mundo están deseando solo uno de nuestros bocados. Cuando nos quejamos de que no tenemos agua fría para beber, muchísima gente querría solo una gota de agua caliente para saciar la sed que llevan aguantando quizás durante días...
¿Por qué despreciamos todo lo que tenemos? Nos quejamos por todo cuando no tenemos motivo por el que hacerlo. Parece que nos divirtiera hacerlo, sin pensar en que todos aquellos que no tienen lo que tenemos lo ansían, o viven en la ignorancia sin saber de su existencia.
Creo que deberíamos pararnos a pensar antes de ponerle pegas a todo lo que tenemos la fortuna de poseer y tener a nuestro alcance, que es una realidad, hay gente en el mundo que pasa hambre, que vive entre guerras, que tienen que caminar kilómetros para conseguir un poco de agua, cuando nosotros con el simple gesto de abrir un grifo tenemos más de la que necesitamos.
Párate, piénsalo, y luego hablamos.
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