Otra vez, mi oportunidad se aleja y esta vez con viaje indefinido, sin billete de vuelta. La maldita indecisión me ha vuelto a hacer fracasar; y no quiero rendirme, pero es que, cada vez que me lo propongo, las dudas me asaltan y me hacen retroceder, por el miedo a perder lo que ya tengo ganado. Varias noches he soñado con atrapar ese sueño, pero cada vez que extiendo la mano para asirlo, se vuelve polvo y desaparece frente a mí y, aunque al despertar me haya parecido real, solo quedan un cúmulo de imágenes en mi memoria, que se pasean en mis pensamientos durante unos días, hasta que se esfuman.
Pero dejando aparte los sueños que, al fin y al cabo, siempre se quedan en algo efímero e inalcanzable, en el mundo real las oportunidades se acaban, y no puedo permitirme perder ninguna más. Sólo necesito que, en el momento oportuno, algo me avise de que debo actuar, y que alguna fuerza me dé el empujón necesario para hacerlo, un poco de valor para perder el miedo a las batallas con que me encuentre, decisión, y aprender a dejarme llevar por los impulsos, dejar de ser tan racional...
Lo mejor será que empiece de nuevo, desde cero, olvidar, hacer como si nada de todo esto hubiera pasado y coger el próximo tren. Quién sabe si en ése encuentre lo que estoy buscando, o mejor, descubra lo que tengo que buscar. Necesito un mapa para encontrarte, o cada vez estaré más perdida...
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