sábado, 10 de marzo de 2012

Loneliness

Notaba como, poco a poco, estaba cayendo en el olvido, como para los demás, todo lo demás era más importante que su propia existencia. Vivía su vida, sí, pero pensando en cada momento que ya no le quedaba nada, que no podía llorar porque ya no le quedaban lágrimas, que no podía reír, ni soñar, porque su imaginación se había fugado, y que no podía amar porque su corazón hacia tiempo que se había hecho añicos.
Y ahora ya solo esperaba, con la mirada perdida en la distancia, que todo lo que había desaparecido, volviera con las flores en la primavera, con los primeros rayos de sol en los amaneceres, o con las gotas de lluvia, y no se daba cuenta de que todas sus esperanzas yacían esparcidas por el suelo.
No sabía si podría salir algún día de ese abandono o si sus ojos podrían volver a llenarse de lágrimas y su mente de disparatadas ideas, y dudaba todavía más que pudiera encontrar de nuevo cada una de las piezas en las que su corazón se había roto poco a poco.
Se encontraba bajo un cúmulo de sentimientos y sensaciones difíciles de afrontar todas juntas, y solo podía pensar en que necesitaba que algo cambiara. El único problema es que, aunque las cosas cambien, no significa que se vuelvan mejores.

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