Ya van cien pedacitos de mi alma que quedan plasmados en palabras. Cien trocitos de ella en casi tres años y medio, desde aquel ocho de marzo del 2011 en el que escribía sobre lo efímero de los sueños y de lo realistas que podían llegar a ser (¡cómo pasa el tiempo!). Cien escritos sobre sueños, sobre pensamientos, sobre reflexiones. Cien opiniones, ideas y ocurrencias que han salido de mi cabeza, y recorrido mi cuerpo hasta salir por mis dedos para pulsar las teclas y que las letras se plasmaran una a una en la pantalla. Cien textos que luego, estés donde estés, más lejos o más cerca, han conseguido llegar a tus ojos y atravesar tus retinas para tener mayor o menor repercusión sobre ti. Esos cien textos quiero recordarlos siempre, porque a través de ellos he crecido, he madurado, me he hecho mayor y cada uno de ellos es especial. Mientras ellos evolucionaban, he pasado de tener diecisiete años, a tener veintiuno; de ser una estudiante de instituto, a estar a un año de graduarme en la universidad. No importa si han sido más o menos las personas que los hayan leído, no importa si han gustado o si no... Lo único que importa es que éste, mi pequeño rincón lleno de estrellas, ha sido mi gran compañero, mi paño de lágrimas, tanto de tristezas, como de alegrías, y sólo puedo dar las gracias por todos los que habéis acompañado durante todo este tiempo, durante estas cien publicaciones, y decir:
¡FeliCIENdades! :D
ResponderEliminarMuchísimas gracias ;D
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